La situación sanitaria en la que se encuentran muchos de los países del mundo causada por el COVID-19 ha provocado que se detengan muchos trabajos y proyectos en los que las entidades trabajan día a día.
Este es el caso de Italia, uno de los países más afectados por el COVI-19, lo que ha provocado que su lucha contra la bacteria Xylella fastidiosa se vea paralizada y sin medidas de contención.
Recientemente, se detectaron nuevos olivos y almendros infectados por la bacteria en varias zonas de Italia, concretamente en Puglia, Taranto y Brindisi, y los expertos no descartan que el número se incremente de cara a la primavera.
Según Olive Oil Times, aún no se han implementado medidas de contención frente a este nuevo brote, a pesar de que el Gobierno italiano prometiera hace unas semanas fondos para las áreas afectadas y la Unión Europea (UE) anunciara el desbloqueo de 300 millones de euros para esta causa. Pero, el esfuerzo nacional contra COVID-19 ha afectado la eficiencia y el momento de la respuesta contra Xylella.
Estos fondos de la UE “serán un alivio bienvenido para las almazaras, los productores de aceite de oliva y los agricultores que han sido los más afectados por Xylella”, aunque desde la asociación de agricultores Coldiretti han afirmado que actualmente no se han destinado recursos a luchar contra esta bacteria.
«La enfermedad en Puglia está muy extendida y no se tiene controlada” ha advertido el presidente de Coldiretti Puglia, Savino Muraglia. En este sentido, ha denunciado que el Ministerio de Agricultura italiano aún no ha proporcionado un cronograma para la intervención.
Sin embargo, no todas las autoridades locales están esperando un visto bueno del Ministerio. El municipio de Ugento en Puglia está aceptando registros de agricultores dispuestos a eliminar las plantas infectadas. Originalmente, el registro debía cerrarse el 20 de marzo, pero las autoridades locales lo ampliaron debido a la crisis sanitaria causada por el COVID-19.