Xylella fastidiosa, una bacteria con potencial patógeno que ha trasmitido enfermedades en una variedad de cultivos leñosos y árboles y que ha puesto la alarma en toda Europa, sigue infectando cultivos en Puglia, Italia, donde se han detectado 56 nuevos casos de olivos infectados, además de dos almendros en Taranto y Brindisi.
Así lo confirma la organización italiana Coldiretti Puglia tras conocer los resultados de los análisis realizados durante la séptima actualización del monitoreo, en cuyas muestras tomadas se han hallado estos nuevos casos de Xylella.
Para la entidad, “los agricultores están experimentando un período crítico, entre el avance de la Xylella y las crisis del mercado causadas por la emergencia del coronavirus”, por lo que es urgente que se eliminen las plantas infectadas para que no continúe avanzando el brote.
“La actividad de monitoreo es decisiva para controlar y tratar de detener el avance de la enfermedad, evitando otro procedimiento de infracción de la Unión Europea (UE). Como resultado del cambio climático y la globalización, la llegada de material vegetal infectado y las plagas se multiplican, demostrando ser una masacre para los cultivos», comenta el presidente de Coldiretti Puglia, Savino Muraglia.
Según la organización italiana, para eliminar los cultivos infectados y apoyar las medidas impuestas por la UE es necesario que las empresas agrícolas que cumplen con los requisitos necesarios y disponen de la tecnología específica para ello, se hagan cargo de la eliminación de los árboles infectados por la bacteria para contener la enfermedad.
Además, el director de Coldiretti Puglia, Pietro Piccioni, agrega que “el sistema de monitoreo y muestreo necesita fortalecerse porque aún se basa, principalmente, en el análisis visual de los olivos que a menudo son asintomáticos», ya que considera que no hay suficientes fondos destinados al rastreo y al progreso de las etapas de vida de la bacteria, así como para contribuir a que las buenas prácticas en la agricultura sean más efectivas.