Tal y como informa Olimerca, se subestima la amenaza que supone Xylella fastidiosa para el bienestar socioeconómico de la región de Puglia. Así lo han advertido los presidentes de distintas delegaciones de Confagricoltura de la zona, Confagricoltura Puglia, Confagricoltura Brindisi y Confagricoltura Lecce, Luca Lazzàro, Antonello Brun y Maurizio Cezzi, respectivamente.
Según han señalado, desde que se detectó la bacteria por primera vez, en 2013, y, hasta la fecha, ha afectado a cerca de 150.000 hectáreas de olivares en las provincias de Lecce, Brindisi y parte de Tarantino.
Y teniendo en cuenta el número promedio de horas de trabajo que los olivos requieren para mantener y cosechar, se han perdido alrededor de 33.000 puestos de trabajo.
«En este punto, para restaurar estos lugares y el potencial de cultivo de olivos que fue destruido, el estado y la región de Puglia deberían invertir 3.300 millones de euros, mientras que solo se han invertido 300 millones de euros, una cantidad que no es suficiente”, señalan los representantes de Confagricoltura.
Recuerdan que desde que se detectara el primer brote de Xylella, se ha extendido por la región mediterránea. En Puglia, una subespecie de la bacteria, Pauca cepa De Donno, es responsable de causar un grave mal-estar que conduce a la muerte y la destrucción de miles de olivos.
La enfermedad causada por la subespecie De Donno de Xylella se ha extendido rápidamente a lo largo de los años debido a la alta población de Philaenus spumarius, vector principal de la bacteria en la región.
Además, destacan que la plantación extensiva de dos cultivares de olivo susceptibles, Ogliarola salentina y Cellina di Nardò, y la alta densidad de olivos en la región infectada por la bacteria ha agravado aún más el problema.