La expansión de Xylella fastidiosa en la Comunitat Valenciana ha atenuado su ritmo de crecimiento, de acuerdo con los datos de la última actualización, la número 13 desde que se detectó la plaga en 2017, sobre la evolución de la misma elaborada por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.
De hecho, la presencia de Xylella se mantiene en el mismo número de especies vegetales que en la anterior actualización: un total de 17; y en idéntico número de municipios: 60 dentro de la llamada zona infectada, todos ellos en la provincia de Alicante, y 74 en la zona demarcada, 72 en Alicante y 2 en Valencia.
Además, la nueva normativa, publicada el pasado mes de agosto, sobre las medidas para combatir la plaga reduce a una cuarta parte el área de erradicación al pasar de 100 a 50 metros el radio fijado en torno a las plantas infectadas, lo que disminuye de forma significativa el número de árboles que deben ser arrancados.
Así las cosas, y tras la aprobación de este cambio de criterio impulsado por la Conselleria, la zona demarcada ha experimentado una reducción del 16% y se sitúa actualmente en 128.003 hectáreas, mientras que la zona infectada ocupa una superficie de 2.055 hectáreas, de las cuales 197 corresponden al radio de los 428 positivos que se han detectado en esta última actualización.
La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, junto al director general de Agricultura, Roger Llanes, ha mantenido una reunión con representantes del sector agrario para informarles de las últimas novedades relativas a la evolución de la bacteria. «Si bien debemos apelar a la prudencia en un tema que tiene consecuencias dramáticas para los agricultores afectados, los últimos datos disponibles revelan que las medidas que estamos adoptando apuntan en la buena dirección y están atenuando el ritmo de expansión de la plaga», ha subrayado Mollà.
Con todo, la consellera ha hecho un llamamiento a la cautela «porque estamos hablando de una bacteria y, desde luego, no vamos a bajar la guardia, ya que somos consciente del peligro que entraña».