Rafael Fortes, director técnico y socio fundador de Greenfield Technologies, trabaja en el proyecto Life Resilience implementando técnicas de agricultura de precisión aplicadas a la gestión de recursos agronómicos en las fincas demostrativas. Desde su compañía han evaluado el cultivo, realizado el estudio de línea y el inventario y monitorización de los suelos.
¿Qué papel tiene la agricultura de precisión en Life Resilience? ¿Para qué sirve?
El papel de la Agricultura de precisión en el proyecto tiene dos vertientes, por un lado, la agricultura de precisión permite evaluar la respuesta del cultivo a las distintas estrategias de manejo propuestas desde el proyecto, permitiendo determinar esta circunstancia de manera numérica, mediante el uso de diferentes sensores. La segunda vertiente tiene por objetivo determinar de manera precoz la aparición de la enfermedad en el cultivo, así como evaluar el impacto de la enfermedad en las plantas y su área de influencia.
¿Cómo se ha realizado el inventario de los suelos en las tres fincas?¿Cómo fue el proceso?
El proceso ha sido el mismo para las tres fincas. Para ello se ha utilizado un procedimiento de trabajo que llamamos MAP2SOIL, que comprende tres fases. Primero se hace una prospección del suelo mediante un geosensor que realiza una “radiografía” del terreno recorriendo las parcelas agrícolas con un quad que desplaza el sensor, el cual va recogiendo datos del suelo a diferentes profundidades de manera geoposicionada gracias a un GPS. Después, los datos recopilados por el sensor se tratan para generar mapas de variabilidad espacial, que sirven de base a un muestreo guiado de suelo para su posterior análisis en laboratorio agronómico. Finalmente, el tercer y último paso consiste en relacionar los datos de laboratorio con los datos obtenidos por el sensor. El resultado final es un mapa detallado de cada parcela, en el que se representan los principales parámetros edáficos que influyen en el desarrollo del cultivo.
¿Cómo fue vuestra tarea a la hora de monitorizar el cultivo tanto con satélite como con dron? ¿Cuánto tiempo duro esa fase?
La fase de monitorización del cultivo mediante tecnología dron y satélite se sigue realizando actualmente. Utilizamos dos tipos de tecnología a este efecto. Mediante el uso de un dron capaz de portar cámaras térmicas e infrarrojas podemos analizar la actividad fotosintética del cultivo, evaluar si presenta algún tipo de estrés o incluso medir el tamaño de su cubierta vegetal, todo con una resolución muy alta, que permite evaluar los árboles de manera individual. El procedimiento realizado con satélite es parecido, medimos los mismos aspectos en el cultivo, pero con menor resolución que con el dron, obteniendo una información global de las parcelas con una periodicidad mucho mayor.
¿Cómo se ha realizado el estudio de línea y qué indica?
El estudio de línea es un análisis geoestadístico basado en datos meteorológicos que están relacionados con la presencia y movilidad de los insectos que pueden actuar como vectores de Xylella fastidiosa. Las condiciones de humedad, luminosidad, temperatura y presencia y dirección del viento se relacionan con la presencia de los vectores tranmisores, para establecer modelos que nos ayuden a entender las dinámicas de trasmisión de la enfermedad.