Los socios del proyecto Life Resilience se han reunido en Carmona (Sevilla) para analizar los avances que está llevando a cabo el proyecto, así como las diferentes acciones previstas para los próximos meses.
El principal objetivo de este proyecto, cofinanciado por el programa Life de la Unión Europea, y que cuenta con un presupuesto total cercano a los tres millones de euros, es desarrollar variedades de olivo que sean lo más tolerantes posible a Xylella fastidiosa y a otros patógenos, minimizando las pérdidas que hasta ahora conlleva tener una plantación infectada, así como implantar prácticas sostenibles que contribuyan a prevenir la propagación de la bacteria y aumenten la resistencia hacia brotes de plagas y patógenos.
El proyecto Life Resilience está formado por distintos socios Galpagro, Agrodrone, Asaja, Agrifood Comunicación, Universidad de Córdoba, CNR IVALSA, Nutriprado, Salov y SACH, así como Transfer Consultancy como Compliance Manager e Ideagro como asesor agronómico externoecnológico.
Hasta el momento se ha desarrollado el inventario de suelos, a través de un estudio de línea base, el inventario de presencia de vector potencia de Xylella fastidiosa, el diseño de los ensayos de demostración y la selección de medidas para mejorar la productividad y sostenibilidad del sistema.
Se han realizado estudios para saber qué diferentes tipos de suelo hay, su homogeneidad y la composición de la actividad microbiológica del suelo en cada una de las fincas, situadas en Carmona (España), Alandroal (Portugal) y Pisa (Italia). Por otro lado, se han determinado qué tipos de plantas se emplearán para las cubiertas vegetales, la estrategia de riego a implementar y qué tipo de microorganismos deben agregarse al suelo para mejorar la salud del suelo y aumentar la resiliencia de la planta.
Además, se ha estimado la presencia de vectores potenciales y su distribución a lo largo del tiempo gracias a la información oficial disponible y se ha estipulado la metodología para monitorear regularmente la presencia de vectores potenciales que, cuando se agregan a otras variables relevantes, obtendrán escenarios de la posible distribución de las poblaciones de vectores.
Por último, 500 de los genotipos desarrollados para obtener variedades resilientes a Xylella fastidiosa, se plantarán en la finca experimental «El Valenciano» de Carmona (Sevilla) el próximo verano para estudiar su evolución, junto con los 500 genotipos ya plantados.