Según el medio de comunicación Olimerca, el Consorcio Italiano de Aceite de Oliva, Unaprol, ha donado 55.000 olivos de las variedades Leccino y Favolosa para ser plantados en la región de Salento, gravemente afectada por Xylella fastidiosa y por lo que su producción de aceite de oliva se ha visto gravemente afectada, con importantes daños económicos así como paisajísticos.
Así lo ha dado a conocer Coldiretti Puglia en la Asamblea de Unaprol celebrada recientemente. En palabras de Savino Muraglia, presidente de Coldiretti Puglia, “debido a Xyella, la producción de aceite ha experimentado una tendencia negativa en la provincia de Lecce con la caída del 73% en la producción de aceite de oliva. La eliminación de los olivos enfermos y la replantación son la única posibilidad real para que los agricultores y las almazaras puedan comenzar a trabajar y producir nuevamente».
El avance de la enfermedad ha dejado atrás 21 millones de olivos secos, como lo representa la pérdida de producción que se ha extendido como un incendio forestal, ya que la bacteria avanzó en el territorio, hacia el norte, a una velocidad de más de 2 kilómetros por mes, hasta Locorotondo en la provincia de Bari.
Nuevos olivos contagiados
A medida que continúan los análisis de las plantas que rodean el brote de Xylella fastidiosa en Locorotondo, hay nuevos hallazgos de olivos infectados. Así lo confirma el último monitoreo publicado por «Xylella Emergency», que apunta a dos nuevos olivos positivos que aumentan el número de plantas infectadas a 27. Los nuevos hallazgos, que expanden aún más el brote, esta vez en dirección este-oeste, requerirán más muestras antes de su delimitación definitiva.
Hasta la fecha, se han erradicado alrededor de 11.700 olivos infectados en los últimos cinco años. En la última audiencia en la Comisión de Agricultura, Gianluca Cardone, director del Departamento de Agricultura, y Gennaro Ranieri, comisionado de ARIF, admitieron que «los resultados no estuvieron a la altura de las expectativas». En este sentido, el presidente de la Comisión impugnó de inmediato cómo se llevaron a cabo los controles en el territorio, con el objetivo de verificar posibles incumplimientos, después del tiempo máximo.