Según informa Olimerca, la bacteria Xylella fastidiosa ha hecho que se pierdan 5.000 puestos de trabajo en el sector oleícola italiano, además del descenso de la producción de aceite de oliva que ha provocado esta bacteria desde que llegó al país, que en regiones como la de Salento llega hasta el 80%. Además, la mitad de los recursos destinados a la regeneración del olivo siguen sin asignación.
El lado positivo es que el avance de la bacteria, gracias a las intervenciones de los agricultores, se ha ralentizado. Así lo ha señalado Unaprol en EvooTrends, jornadas dedicadas al sector celebradas este fin de semana.
Desde la asociación indican que tras 18 meses desde la publicación del Decreto Interministerial del 03/06/2020, el Plan Extraordinario para la regeneración del olivo de Puglia al que se destinaron 300 millones de euros, aún quedan por gastar 134 millones de euros. Además, las intervenciones que deberían haber permitido a los agricultores comenzar a trabajar y producir nuevamente no se han implementado, denuncian desde la organización italiana.
“Xylella debe ser tratada como un terremoto por las gravísimas repercusiones de carácter productivo, medioambiental, económico y laboral”, explica el presidente de Unaprol, David Granieri, y añade que “es necesario que los procedimientos sean fluidos y utilizables, porque el relanzamiento de la zona olivarera del país es fundamental para el crecimiento de todo el olivar italiano”.